La Inversión Pública Global (IPG) es un enfoque ambicioso, innovador y transformador que pretende abarcar algunos de los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta la sociedad internacional: desde la pandemia hasta el cambio climático. Su objetivo es provocar un importante cambio de paradigma en la forma de obtener financiación pública internacional. Ha suscitado el reconocimiento de un grupo creciente de donantes, profesionales y académicos, y tiene el potencial de inspirar y movilizar a las personas.
La IPG no puede ser plasmada únicamente por un grupo de expertos, por muy influyentes y conocedores que sean, sino que debe realizarse un proceso más amplio de co-creación.
El término «co-creación» tiene su origen en el mundo empresarial, pero está empezando a adoptarse en el sector del desarrollo y la política, del que se ha tomado esta reciente definición: la co-creación es un proceso iterativo y equitativo que elimina las barreras para que todos los actores contribuyan de forma significativa con sus conocimientos y habilidades para lograr soluciones sostenibles y escalables que aporten innovación social positiva al mundo.
Por supuesto, los principios básicos de la co-creación han sido fundamentales para la práctica del desarrollo comunitario durante décadas. Ya en 1970, Paulo Freire describió un modelo de co-creación del conocimiento en Pedagogía del Oprimido, donde escribió: «No es nuestro papel hablar a la gente sobre nuestra propia visión del mundo, ni intentar imponerles esa visión, sino dialogar con la gente sobre su visión y la nuestra. Debemos darnos cuenta de que su visión del mundo, manifestada de forma diversa en su acción, refleja su situación en el mundo.»
Para nosotros, la co-creación tiene siete principios básicos:
- No es un modelo de déficits, sino uno de activos:
La cocreación no se trata de arreglar lo que está mal, sino de mover el énfasis hacia la identificación y el trabajo con los activos que la gente tenga – incluyendo activos económicos, redes sociales, influencias, innovación y conocimiento.
La IPG reconoce el valor y los activos que todas las naciones tienen para contribuir con los desafíos globales, y ve a la participación igualitaria como la forma en que esta fuerza colectiva puede ser aprovechada para el beneficio de todos. - Es un diálogo y un proceso:
La co-creación apunta a crear un ambiente en el que la gente pueda expresarse mejor; sin tener prejuicios sobre los resultados; sin presentar una idea para que los «beneficiarios» la aprueben; pero incluyendo su participación en todas las etapas.
La formación del GTE como grupo representativo con comunicaciones e informes continuos es un diálogo dentro del proceso continuo de cocreación de la IPG. - Un paso adelante y uno atrás:
El compromiso con la co-creación requiere ser consciente de las dinámicas de poder, que a menudo son inconscientes entre aquellos con más poder relativo. La autoconciencia y la autorreflexión crítica son necesarias para atraer a grupos de personas que han sido históricamente excluidos, ignorados o marginados en los espacios de toma de decisiones.
La Consulta Global sobre IPG será tan inclusiva y representativa como sea posible para garantizar que su propuesta sea moldeada por las personas más afectadas. - Construye una comunidad de colaboradores/as dedicados:
La co-creación tiene como objetivo nutrir a una comunidad de accionistas que ofrecen apoyo y se sienten dueños/as de una solución común, no sólo un consorcio de individuos. Por ende, el proceso le da al grupo más posibilidad de acción en el proceso de co-creación mismo y en las soluciones desarrolladas, así como más espacio para formar líderes emergentes.
El GTE no es sólo un grupo de expertos/as que brindan aportes técnicos, sino una comunidad unida de profesionales, académicos y formuladores de políticas, fuertemente comprometidos/as con la IPG. - Libérate de las mentalidades y roles establecidos:
La co-creación alienta a utilizar diferentes marcos para conversaciones y colaboraciones, así como herramientas y procesos desconocidos – que ayudan a reestructurar las dinámicas de poder y el diálogo entre las típicas asimetrías como las de público-experto, usuario-diseñador, donante-beneficiario y Norte-Sur.
La IPG pide nivelar la jerarquía dentro del orden internacional, y la co-creación de ésta debe proporcionar entornos que reflejen esta dinámica de poder de forma igualitaria. - Define el «qué» y permite la creatividad en el «cómo»:
En la cocreación, se articula una visión, se establecen los parámetros y se visualiza el éxito. Luego se da espacio para pensar cómo trasladar este éxito a la realidad con resultados tangibles. «Utiliza las herramientas de co-creación como andamios flexibles y no como itinerarios fijos».
La primera fase de la IPG fue el co-diseño de su estructura y sus principios básicos, y el análisis de los problemas en cuestión. Esta propuesta se perfeccionará con una etapa de consulta más amplia antes de abrir nuevos foros para la coproducción y la aplicación, donde el pensamiento creativo e innovador tendrá lugar junto al testeo y la puesta a prueba. - Las personas afectadas se convierten en expertos/as clave, por su experiencia:
La co-creación se esfuerza para hacer honor a las experiencias y voces de los menos privilegiados y los marginados, en especial porque estas perspectivas también representan una riqueza de conocimiento y entendimiento. En paralelo a esto, la co-creación busca hacer responsables a más voces y actores poderosos con respecto al papel de su política, sus medidas y sus recursos en los problemas/soluciones en cuestión.
La inclusión y representación de accionistas clave será esencial en las siguientes fases de consulta y coproducción de la IPG.
El concepto de Inversión Pública Global ha sido co-creado por los diversos actores, a través de numerosas reuniones y deliberaciones. La Consulta Global es el ejemplo más completo del compromiso del GTE con la co-creación.